Dicen que no reciclas vidrio en verano
Según una nota de prensa, ampliamente reproducida, en la que se habla de un estudio (que nadie enlaza), Ecovidrio dice que “una de cada cinco personas deja de reciclar vidrio durante su descanso estival”.
El titular es preocupante. Porque se repite año tras año. Y porque, a pesar de la matraca publicitaria la cosa va a peor. En 2014 el descenso veraniego del reciclaje se quedaba en un 12% En 2025 vamos por el 20%
¿Es muy grave? Lo sería si no fuese parte de la estrategia de la industria del envase de usar y tirar para echar balones fuera y culpabilizar a otros de un problema causado por su modelo de negocio.
Es triste. Porque van para 20 años con la misma cantinela. Una que en abril de 2009 ya nos habíamos cansado de escuchar, como puedes ver en esta reflexión que, por aquel entonces, titulé “Que no queremos reciclar, dicen”. Los datos han mejorado ligeramente, pero no mucho. Quizá tenga que ver porque Ecoembes sigue haciendo lo mismo de entonces, Ecovidrio le sigue y el resto de sistemas de responsabilidad ampliada del productor no se apartan del camino marcado por el hermano mayor de todos ellos.
En vez de asumir el coste de gestionar los envases vacíos, promover mejores sistemas para su recogida, fomentar una industria moderna y segura que pueda convertirlos en materias primas competitivas… echamos la culpa a otros. Y lo fácil es señalar al consumidor ¿A todos los consumidores? No. A los malos. Que, en esto, siguiendo lo que hacía la industria americana del tabaco hace más de medio siglo, también se lo curran. No en vano a los “buenos” divulgadores, a los que hacen contenido favorable a sus intereses o a los que directamente replican el mensaje corporativo Philip Morris les entrega su merecido premio. Por convencerte de que tú, que no cuestionas el modelo de negocio, eres bueno. Y yo, que evidencio que llevamos tres décadas en el mismo sitio, soy malo.
El problema lleva mucho tiempo diagnosticado, como ya comentamos por aquí en “Para la recogida selectiva hacen falta contenedores”. El sistema de recogida no está a la altura de los consumidores. Y si en verano se recogen menos residuos para reciclar tienes dos opciones:
A la vista está que Ecoembes primero, Ecovidrio ahora y todo lo que venga detrás están más por la segunda vía. Es una cuestión monetaria: ahorran 1700 millones de euros a la industria de envase de usar y tirar. 1700 millones de euros que nuestros ayuntamientos tienen que trasladar a tasas municipales y dejar de invertir en escuelas infantiles, transporte público, mantenimiento de vías públicas… qué se yo.
Volviendo a la campaña corporativa tenemos un análisis bastante naif del asunto. Según la nota de prensa de Ecovidrio que reproducen los medios (insisto en que ninguno enlaza el informe y que no lo he encontrado), los motivos para relajar los hábitos de reciclaje son:
- no hay contenedores cerca o no sabe dónde están: 47,9%
- la falta de espacio en sus viviendas vacacionales: 11,2%
- estar descansando: 8,4%
- la pereza: 3,8%
Esto suma un 71,3% ¿Qué le pasa al resto? Da igual, porque lo de menos es el estudio, lo importante es el relato: vagos y perezosos, no queréis reciclar. Pronto tendremos a la experta de La Sexta y al de los vídeos en redes repitiéndolo. Por lo pronto ya hay anuncio con cancioncita para echar la culpa a la bañista o al socorrista…
Para, para ¿Cuándo has visto un socorrista con un botellín de vidrio en la playa? Esa es la estrategia. Que recicles o no da igual. Lo importante es implantar en el imaginario colectivo la idea de consumir bebidas (o lo que sea) envasado en vidrio en la playa ¿El piscinero? Está prohibido pasar con envases de vidrio a la piscina por un buen motivo. Hasta que se le ocurra a Ecovidrio hacer una campaña de reciclaje con socorristas o algo así (aquí, dando ideas gratis…)
Cuando estoy en el pueblo en verano y bajo al contenedor de vidrio, estratégicamente ubicado en la plaza del pueblo, junto al amarillo de envases, resulta que está lleno. Hasta las trancas, no cabe nada más. En la playa lo mismo. Los bares y los chiringuitos llenan de botellas de vidrio unos contenedores que los demás no podemos utilizar.
Vidrio que podría ser reutilizable y volver mediante logística inversa para ser reutilizado en la empresa envasadora. Sin abandono, sin coste para el Ayuntamiento. Pero lo importante son las toneladas. Más y más toneladas recicladas ¿Cuántas a costa del tradicional envase retornable del sector HORECA?
Ecovidrio: no me acuses de relajarme en verano. La culpa es tuya que no adaptas la capacidad de recogida. Y la solución es fácil: más contenedores o más personal recogiendo.
Nos vendes la moto de que el vidrio es valioso, pero a la hora de la verdad no apuestas por él: el contenedor verde rebosa, las botellas se desparraman alrededor y el personal se cansa de separar para luego tener que tirarlo en otro contenedor. No estás al nivel de concienciación ni al esfuerzo que pides al usuario.
Quién sí se adapta a los ritmos de consumo son las empresas con responsabilidad ampliada del productor. Las grandes superficies y la distribución de producto envasado en vidrio de usar y tirar cubren la demanda de las zonas turísticas reforzando plantillas, ampliando superficies y lo que haga falta para ingresar todo lo que puedan. Comercializando cosas en envase de usar y tirar en supermercados, bares o chiringuitos.
Y no es una cuestión de costes, que ya van repercutidos en el precio del producto envasado cuando lo adquirimos. Ni por falta de mano de obra en un país con tres millones de parados.
Quizá si la Administración hiciese el trabajo de vigilar estrictamente el cumplimiento de objetivos y revisar los datos, como ocurrió con el caso de las botellas de plástico, nos vemos en la necesidad de establecer sistemas de depósito, devolución y retorno. Tal vez si los mismos puntos de venta que ponen el envase de vidrio en el mercado tuviesen la obligación legal de aceptar la devolución nos relajaríamos menos con el reciclaje.
La cuestión es que es más fácil culpabilizar a quien no tiene voz. Es mejor reservar una partida del presupuesto a comprar el favor de la prensa, a modelar la opinión pública, que adelantar soluciones reales a un problema cada vez más acuciante. Comprar creadores de contenidos con los que manipular y generar redes clientelares de estómagos agradecidos, que velar por el interés general.
Porque la clave de la cuestión es que la solución pasa por abandonar el uso del vidrio de usar y tirar para ir a modelos de reutilización, mucho más eficientes y con mucho menos problema de abandono. Con los que no sea posible trasladar 1700 millones de euros al año de costes a los ayuntamientos. Pero el modelo de negocio se basa en la cantidad de envases de usar y tirar que se ponen en el mercado. Y lo interesante es mover mucho dinero para que no se note el que se destina a colocar personas con las que influir en los procesos de toma de decisiones. Tener una buena partida para promocionar eventos con los que marcar la agenda cultural y perpetuar modelos de consumo.
Pero no es que no queramos reciclar. Ni que nos relajemos en verano. Es que no estáis cumpliendo la razón social que justifica vuestra existencia. Y que, de momento, tenéis pasta de sobra para conseguir que no se meta la lupa en unos datos increíbles. Pero esto es insostenible y, poco a poco y por las buenas o con algún susto de por medio, irá cambiando.
Mientras tanto seguiremos separando el vidrio y entregándolo de la mejor manera que nos sea posible, anhelando un modelo de vidrio reutilizable. Pero, en cualquier caso, recogerlo y conseguir que se recicle es cosa vuestra.
https://productordesostenibilidad.es/2025/07/dicen-que-no-reciclas-vidrio-en-verano/
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