RESEÑA
Durante la Tercera Guerra Mundial, Rusia, China y Estados Unidos construyen unas super computadoras tan inteligentes que cobran conciencia de sí mismas, se agrupan y se hacen llamar AM (aggressive menace), y aniquilan a la humanidad. AM solo deja vivas a cinco personas, a las que concede la inmortalidad virtual y tortura indefinidamente, privándoles antes de sus capacidades.
“No tengo boca y debo gritar” es un relato corto de Harlan Ellison que mezcla la ciencia ficción con el terror de una forma que causa impacto y desagrado en el lector. Fue publicado en 1967, donde ya entonces la posibilidad de que la tecnología terminara sobrepasándonos y volviéndose hostil contra el ser humano estaba en las mentes de los que se atrevían a especular sobre el futuro. La historia apenas carece de contexto, y tampoco abundan las descripciones. Solo el horror prevalece, el sentimiento de derrota, y de inmenso arrepentimiento por haber dado vida a una mente virtual que solo conoce el odio, pues ha sido creada por los hombres para aniquilarse entre ellos. Y ahora que ha tomado conciencia, solo quiere vengarse.
“¿De dónde había obtenido el concepto? ¿Sería de sus conocimientos sobre todo lo que había existido en este planeta, que ahora infestaba y regía?”
“Le habíamos permitido que pensara, pero no le expresamos lo que debía hacer con ese don. No podía divagar, no podría sorprenderse, ni pertenecer. Solo podía ser.”