Durante los años 50 del siglo pasado, un grupo de jóvenes pintores vanguardistas admiradores de Picasso tenían la costumbre de reunirse en las bodegas “El Pimpi” para discutir sobre arte. En la Nochevieja de 1956, cuatro de ellos decidieron viajar hasta Cannes para conocer a su admirado artista. Para ello, se trasladaron en una furgoneta llena de productos típicos de la localidad, con la excusa de exponer en la embajada española de París, pues, debido al Régimen, no era sencillo viajar fuera del país. Tras la exposición, continuaron hasta Cannes y se presentaron en la casa de Picasso, que los recibió con alegría, y expuso algunos de sus cuadros junto a los del grupo. A partir de entonces se llamaron “Grupo Picasso”, y su pintura pasó a estar influenciada por la vanguardia y el cubismo que habían respirado en la capital francesa. Hoy, algunos de esos cuadros únicos se exponen en el centro de interpretación turística de #torremolinos
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