Hoy por el #ViernesDeMitologíaGriega logíaGriega os traigo el #JuicioDeParis, que dio inicio a la #GuerradeTroya.
Eris, la Discordia, no fue invitada a la boda de la ninfa Tetis con Peleo y, como le dolía la falta de detalle, se presentó para liarla, como buena diosa de la discordia que es. Lanzó una manzana dorada que rezaba "a las más bella" y las diosas empezaron a disputarse tal título. Sólo tres prosiguieron en la contienda: #Hera, #Atenea y #Afrodita. El juez para los conflictos era Zeus, pero no se quería mojar para no crear un cisma familiar, así que fueron a buscar a un mortal.
Este sería Paris, príncipe de Troya.
Cada una de las diosas empezó a sobornarle para que le otorgara la manzana.
Atenea le prometió la victoria sobre Grecia. Hera, convertirlo en el rey de Asia Menor y Afrodita a la mujer más bella del mundo. Paris se decanta por esta última.
¿Qué nos cuenta este mito? Cada una de las diosas usa sus dones para conectar con Paris, pero sólo una lo consigue. Atenea, diosa de la sabiduría y la estrategia militar, apela a la vertiente guerrera de Paris y le invita a compartir con él sus virtudes para otorgarle la victoria sobre Grecia. Hera, reina de los cielos y del Olimpo, le ofrece poder y convertirle en rey. Ambas diosas apelan a la ambición de Paris y que presuponen de un hombre
No obstante, es Afrodita, como diosa del amor, quien consigue llegar al corazón de Paris y quien sabe leerle. Ella sabe que este príncipe no es ambicioso ni belicoso y ve en él una necesidad muy humana: ser amado. Y por ello consigue persuadirle con lo que verdaderamente desea.
Uno de los epítetos de Afrodita es Peitho, "la que persuade" y ese aspecto de la diosa se ve muy bien en este mito. Para persuadir a alguien hay que empatizar, conocer lo que desea y usarlo en esa negociación. A través del amor y la belleza, la diosa consigue el favor de un mortal donde la estrategia civil y militar no llegan.
