Barsa-Kelmes (la “isla del no retorno” en kazajo) es la isla más grande el mar de Aral (Asia central) y está llena de depósitos de sal. Hasta los años ochenta tenía poco más de 130 km² de extensión. En la actualidad se ha unido a la tierra, pues el volumen de agua que la rodea ha ido disminuyendo.
La isla fue descubierta en 1848 por geógrafos y antropólogos. Casi cien años después se hizo famosa por una serie de leyendas de tipo paranormal que incluían visitas de ovnis y variabilidades temporales que se hicieron famosas tras ser publicadas en una revista científica. Al final, se supo que eran historias falsas inventadas por periodistas soviéticos para llamar la atención sobre la isla. Barsa-Kelmes se ha convertido en una reserva natural que alberga a doscientos cincuenta especies de plantas y más de doscientos tipos de aves.
En la imagen vemos una panorámica de su lago salado.

