243- Zorin OS te va a gustar
Photo by RealToughCandy.com on
Pexels.comhttps://open.spotify.com/episode/5mNfDAMtvzUbJr64Lrfafm?si=d4f3dfeb94064616
Hola, ¿qué tal, cómo estás? Soy Carlos Vitesse, y te doy la bienvenida a una nueva entrega de Bitácora Mental.
Poco a poco nos vamos acercando al 14 de octubre de éste 2025, fecha en la que Microsoft cerrará una etapa importante para millones y millones de clientes. En ese momento, dejará de dar soporte a su sistema operativo Windows 10, con la intención de obligar a los usuarios a migrar hacia Windows 11, en su ordenador actual -si su hardware lo soportara-, o teniendo que comprar otro.
Muchas empresas están renovando sus equipos éstos días. Otras ya lo han hecho, y seguramente quede un importante porcentaje que, aún sabiendo que tendrán que hacerlo más pronto que tarde, continúan apurando los plazos por el motivo que sea, y del mismo modo ocurre a nivel particular.
La ventaja del usuario doméstico, es que si no tiene la exigencia de unirse a una red de trabajo que necesite funcionar con Windows 11, podría prescindir de Microsoft, porque salvo para casos y cosas muy puntuales, existen otras opciones, que pueden cubrir las más diversas necesidades.
Una de las barreras más grandes para el cambio, en personas a las que les resultaría posible salir de Windows, es la costumbre y la pereza, cuestiones muy entendibles. Quien lleva años y años con algo que le funciona, y es de los que no le interesa probar o hacer cambios -aunque sean a mejor-, se resiste, incluso al menor esfuerzo.
Y tengo que confesar de que soy una de esas personas. Quizá no de las más extremistas dentro de sus representantes, pero sí que me resisto a cambiar cosas, sobre todo cuando considero que algo no es necesario, porque lo que estoy usando, cumple de sobre con mis necesidades. No obstante, para mi ordenador principal, el año pasado ya di el paso a Windows 11, pero en casa hay otros equipos que teniendo Windows 10, alguno lleva tiempo en Linux, y a otros les llegará antes de fin de año.
Pero si hay alguien que se resiste a los cambios en casa, esa es mi mujer. Y es un caso interesante, porque desde la pandemia ha ido incrementando el porcentaje de días y horas de teletrabajo, llegando a un 70%, o en ocasiones incluso más, pero sin utilizar ese ordenador para nada personal, para lo que siempre ha tirado de móvil. Y diría tirado y estirado, porque si el que está utilizando no se rompe, intentar que lo cambie, es exponerse casi al divorcio.
Ahora mismo tiene un Samsung del 2020, que heredó de quien está contándote esto, pero el que usaba era de 2018, y no quería cambiarlo por nada del mundo. Es más, lo tiene siempre cargado, para poder hacer algunas cosas.
Y esa misma resistencia -y guerra-, me la ha dado desde hace un cuarto de siglo, cada vez que le he propuesto -por ejemplo-, tener un perfil en redes sociales como en su momento Twitter, Instagram, y otras de las que todo el mundo usa a diario. Pero también ha de decir que mi tozudez en las recomendaciones, en la inmensa mayoría de los casos ha llegado a buen puerto, porque si había alguien que por iniciativa propia jamás se abriría una cuenta en Mastodon, esa era ella, pero la he convencido, y bien a gusto que está allí.
¿Por qué te cuento esto? Porque desde que se deshizo de un PC, allá por la época de Windows 98, y teniendo que estar cada día durante su jornada laboral a lo largo de los años, frente a una pantalla de ordenador, -siempre con Windows-, no ha querido tener uno personal.
Que recuerde, llevo más de 20 años largos proponiéndoselo, pero la respuesta siempre ha sido la misma. ¿Más ordenador, después de un día entero de ordenador? No, gracias, con el móvil me basta y sobra. La cuestión es que recientemente, he conseguido quizá mi mayor logro, hacer que fuera del horario laboral, aceptara darle menos uso al móvil, y llevar parte de esa actividad, a un viejo portátil que no estoy usando.
Desde el año pasado, al adquirir un equipo nuevo con Windows 11, ese viejo portátil del 2011 -y ojo que no es el más viejo porque tenemos uno del 2004 que todavía funciona-, llevaba meses sin usarse, y me daba pena.
Sabedor de que no le gustan los cambios, y que las cuestiones estéticas y «primera impresión», podían hacer triunfar o fracasar «mi proyecto», decidí instalarle un disco SSD, y la última versión de Zorin OS, con el que -contra todo pronóstico- he triunfado, porque está encantada, al punto de que ésta semana me dijo que podría hacer un episodio hablando sobre el tema, y aquí estoy grabándolo.
El motivo de que te cuente todo ésto, es afirmar, una vez más, que no todas las personas necesitan un «pepino» de ordenador, y eso va también para jóvenes y niños. Sin duda hay quien no puede prescindir de determinadas prestaciones por el motivo que sea, pero tampoco es menos cierto que hay un porcentaje altísimo de gente que se compra equipos muy potentes, de los que no utiliza ni un 30% de las posibilidades que bridan. Y hablo de ordenadores, pero también de móviles, y cantidad de aparatos varios que cuestan un buen dinero, y que en muchos casos es tirarlo, o consumir por consumir.
La prueba de todo ésto, -y repito una y mil veces, ya sé que no aplica para el 100% de las personas-, es que el portátil del que estamos hablando, es bastante viejo. Se trata de un Toshiba de 15″ fabricado en 2011, y que lleva un procesador i7 de 2da generación. Además, hasta hace literalmente cuatro días, todavía conservaba su disco duro original, funcionando perfectamente. Como dije antes, lo he sustituido por un SSD, Kingston de 480 GB, y no recuerdo exactamente, pero creo que costó unos 38 €.
Si Yoyo Fernández escucha éste audio se va a horrorizar, pero que sepas que nunca se le ha actualizado la BIOS, tampoco se cambió la pasta térmica, ni se le limpió el ventilador. Solo se ha abierto para cambiar el disco duro… aunque ahora mismo, estoy recordando que originalmente vino con 4 GB de RAM, y le puse otros 4 GB, pero ni recuerdo cuando.
La cuestión es que, con 14 años de uso, y en algunos momentos como ordenador principal, con igual 10 horas diarias funcionando sin parar, continúa dando servicio. Obviamente en algunos momentos el ventilador bufa un poco, y hay que saber lo que se puede y lo que no se puede hacer con él, pero todavía es utilizable.
Hoy día cada vez hay más aplicaciones web, que facilitan mucho las cosas. Y éste portátil -en manos de mi mujer-, le está sirviendo para ver todas sus redes sociales, escuchar música, ver vídeos, hacer lo necesario con el correo electrónico, visitar web de periódicos, revistas y demás fuentes de información, pero también lo ha utilizado para videoconferencias durante horas, sin problema alguno.
Tengo que decir que estoy bastante sorprendido, porque siendo del 2011 y como dije nunca habiéndosele hecho ninguna actualización ni mantenimiento, al instalarle Zorin OS, temía que fallara algo, pero la verdad es que va muy bien. Sin haber hecho ningún ajuste, ha funcionado todo lo relativo al sonido y la cámara de vídeo incorporada, con lo que conectando unos cascos con micrófono, -como decía-, se ha utilizado para videoconferencias en Microsoft Teams. Y del mismo modo, haciendo otras cosas, ningún fallo, ni cuelgue, ni nada de nada, con ésta distribución de Linux, en un ordenador de 14 años, y millones de horas de uso.
Por eso reitero una vez más, si tienes un equipo con Windows 10 y no puedes o no quieres cambiarlo por otro para actualizarte a Windows 11, no te compliques la vida, y no gastes dinero innecesariamente. Una distribución Linux puede cumplir perfectamente con las necesidades de cualquier usuario, y existe todo tipo de software compatible y equivalente a los programas privativos. Desde el paquete office, hasta editores de vídeo, fotos, y lo que sea.
Hoy es muy fácil utilizar Linux, y en YouTube existen millones de vídeos, en los que se explica lo necesario para pasar de Windows a la distribución que prefieras. Además, con la cantidad de ordenadores que las empresas están quitando de circulación éstos días, ni siquiera necesitas un equipo nuevo. Fíjate que antes de dejarle a mi mujer éste Toshiba del 2011, para ponerle más fácil las cosas, estuve pensando en comprarle un HP del 2017, con un i5-7300U, exactamente como el que venía usando durante años para trabajar, hasta que ésta semana la empresa lo recicló.
Portátiles como el de empresa que tenía mi mujer, ahora son muy baratos porque no pueden llevar Windows 11. Y si con solo 8 GB de RAM funcionaba perfecto con Windows 10, con Linux tiene que volar. Por tanto, quien tenga algo muy muy viejo, podría actualizarse a Linux con su propio ordenador, o avanzar hasta un equipo del 2017 con muy poco dinero. Y si quisiera pasarse a Windows 11, bastaría con un hardware aproximadamente del 2018, que con la octava generación de intel, o un AMD equivalente, se consiguen con ese sistema operativo ya instalado, con su correspondiente licencia, y los hay restaurados, con garantía, y en muy buen estado.
Y si tienes miedos de pasarte a Linux, recuerda lo que te acabo de comentar sobre mi mujer. Pocas personas se resisten tanto a algo que tenga que ver con éste tipo de asuntos, y le ha encantado, así que si ella puede, tú puedes.
En fin, que vivimos en un mundo en el que te hace creer que si no tienes un móvil de 1.500 €, o un ordenador potente como para dirigir una expedición espacial a Marte, no puedes hacer nada, o peor aún, «no eres nadie». Pero la realidad es que la inmensa mayoría de la gente no utiliza todas las prestaciones de los productos que paga, así que, depende de tí hacer una compra inteligente, basada en tu tipo de uso, y no en lo que te quieran hacer, creer o vender.
Soy Carlos Vitesse y hasta aquí la entrega de hoy de Bitácora Mental, gracias por tu tiempo al leer o escuchar éste contenido, y te espero en el próximo.
Puedes escuchar Bitácora Mental #Podcast en cualquiera de éstas plataformas y aplicaciones:
También en Ivoox
Aquí tienes el Feed del podcast.
Puedes seguir Bitácora Mental en:
También en el fediverso
Mas sobre Carlos Vitesse en:
Twitter | Mastodon | Facebook | Instagram | YouTube | Threads | Bluesky
#Linux #Ordenadores #OS #Windows #Zorin #ZorinOS