Y el Papa ha elegido León. Tiene todo lo necesario para gustar: fuerza, simplicidad, carácter. Salvo que suena a antiguo.
Podría haberse puesto algo más actual Ariel I o Gael I. Incluso Ohiane I.
Lo mismo el departamento de naming del Vaticano considera que León tiene todo para gustar: fuerza, simplicidad, carácter.
Se pondrá de moda? O será demasiado solemne para los gustos actuales? Yo creo que tiene potencial para ser el próximo nombre “redescubierto”
León, Leona y Leone por supuesto.