Las personas que aún defienden que exhumar los represaliados del franquismo es remover innecesariamente el pasado, ignoran que la #democracia nace encima del horror provocado por la arbitrariedad y la violencia de los regímenes dictatoriales.
Por tanto, no solo es necesario desenterrarlos: también hay que mirarles a los ojos, a sus cuencas vacías, a sus orificios de bala, y, sí, horrorizarnos hasta las trancas. Y, de paso, también los niños y los jóvenes.
Necesitamos la memoria de los muertos.