🔴 ROBO DE ÓRGANOS Y DETENCIÓN DE CUERPOS: POLÍTICA SISTEMÁTICA DE LA OCUPACIÓN ISRAELÍ

‼️ La ocupación no solo priva a los palestinos de su derecho a la vida, sino que su agresión va más allá de asesinarlos

DOMINIO DESPUÉS DE LA MUERTE

Segun Almayadeen en español, la ocupación israelí no se conforma con arrebatar a los palestinos su derecho a la vida, sino que su agresión se extiende incluso después de matarlos: retiene los cuerpos de los mártires, los mutila y roba ET órganos, en una escena que trasciende los límites y del crimen y constituye una violación de la esencia misma de la dignidad humana.

Desde 1967 , cientos de cuerpos palestinos en cementerios secretos conocidos como cementerios de los números

Una tumba sin nombre y una placa metálica en lugar de identidad.

Tumbas que son testigos de una historia de ocultamiento.

Familias que aún esperan poder despedir a sus hijos.

ADMISIONES OFICIALES

-En el año 2000 , Yehuda Hiss, exdirector del Instituto Forense israelí, admitió haber extraído cómeas y válvulas cardíacas de cuerpos palestinos sin el consentimiento de sus familias.

En 2009, el periodista sueco Donald Boström reveló que se habían saqueado organos humanos de los cuerpos de mártires palestinos.

PRUEBAS DEL CRIMEN

- Durante la última agresión contra Gaza, decenas de cuerpos palestinos fueron devueltos después de haber sido retenidos.

- Los exámenes médicos revelaron signos de tortura. estrangulamiento y disparos a quemarropa.

- Cuerpos sin corazón, hígado ni riñones: pruebas concluyentes del crimen de genocidio israelí.

La ocupación israelí retiene 735 cuerpos palestinos.

256 de ellos en los cementerios de los números.

Cientos más en cámaras frías que sólo se abren bajo las condiciones impuestas por la ocupación.

EL DERECHO INTERNACIONAL :

Las acciones de Israel constituyen una violación flagrante de los Convenios de Ginebra, especialmente del Cuarto y de los protocolos adicionales.

Respetar y enterrar los cuerpos con dignidad es un deber legal y moral.

Mutilarlos, retenerlos o robar s sus órganos son crímenes de guerra que no prescriben.

Cada cuerpo retenido es | na historia aún no contada.

Cada madre privada de despedir a su hijo carga la herida de toda una nación.

Respetar a los muertos es el mínimo de nuestra humanidad compartida.

Guardar silencio ante estos crímenes es ser cómplice de ellos.

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