Ayer fue el cumpleaños de la Frasquita, aka Donatella Francesca Versace, setenta castañas. La mujer que heredó un imperio y que hizo de gestionarlo una profesión. Pero más allá de eso, vamos a bajarla a tierra con una anécdota, porque ella está muy subidita.
En 2018 se recrearon los últimos momentos de su hermano y la posterior trama de su asesino (¿is this un destripe?) en una serie estimable. Por supuesto, aunque ella en aquel momento no tenía el poder que luego acapararía (no todo con buenas artes), ya aparecía como un personaje importante de la trama.
Desconozco el nivel de autoestima que ostenta la Frasquita o si es que en su casa los espejos están un poco ahumados, el caso es que temía lo que desvelara de aquel tiempo la ficción y no le parecía suficientemente mona la actriz que la encarnaba (y con la que tenía buen rollo en la vida), Penélope Cruz atada a una peluca rubia.
Alucina, vecina.
Pretendería que se contase que su hermano se resbaló al salir de la piscina y que la interpretase una supermodelo de dieciocho... Y pataleó. Fue todo un poco: Cariño, ¿no ves que sales ganando de sobrada si se hace una comparativa? Cómprate otro bote de modestia que se te agotó el que llevas en el bolso. Era Pe o Lady Gaga. En cualquier alternativa salías ganando, tía.
Al final cedió (tras mucho asegurarle Cruz que su imagen saldría bien parada) y hasta le envió unas flores a la actriz en la fecha del estreno, testimoniadas en una foto colgada en el Insta de Pe para acallar la metapolémica.
Egos, qué movida.
https://www.filmaffinity.com/es/film767935.html
https://www.vulture.com/2017/03/penelope-cruz-donatella-versace-american-crime-story.html
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