#LaBarredoraTabasco

Columna Sociedad | Huachicol que huele a poder

La escena ocurrió en Palacio Nacional. Un reportero de El Universal preguntó lo que muchos querían saber…

Por José Víctor Rodríguez Nájera  

… ¿es casualidad que dos marinos vinculados al caso de huachicol fiscal hayan muerto de manera casi consecutiva? Claudia Sheinbaum, visiblemente incómoda, perdió la calma, elevó la voz y regañó al periodista. Lo que en otro contexto pudo pasar como un exabrupto menor, en esta coyuntura refleja un síntoma: la mandataria pierde el control de la narrativa.

La red de corrupción que hoy se investiga no es menor. Involucra a Manuel Roberto y Fernando Farías Laguna, sobrinos del ex secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán. La Fiscalía General de la República (FGR) los ubica no sólo en el tráfico de combustible, sino también en asesinatos y contrabando de armas de fuego para organizaciones de la delincuencia internacional. Uno de ellos fue detenido días atrás, y lo dejaron ir.

En menos de 48 horas murieron el capitán Abraham Jeremías Pérez Ramírez y el capitán Adrián Omar del Ángel Zúñiga. El primero, supuestamente por suicidio; el segundo, en un “accidente” durante una práctica de tiro. Ambos aparecían en expedientes de la FGR. Ambos estaban relacionados con operaciones de aduanas. Ambos se suman a la lista de muertes violentas que rodean el negocio del huachicol fiscal a gran escala.

Andrés Manuel López Obrador y José Rafael Ojeda

Claudia Sheinbaum Pardo quiso zanjar el tema con un argumento fácil, respeto a las víctimas.

El problema es que ese mismo gobierno que ahora pide respeto inició revictimizando a madres buscadoras, sigue ocultando cifras de desaparecidos y atropellando la paciencia de los familiares de los 43 alumnos desaparecidos en Guerrero desde 2014 y que en 2018 López Obrador y Alejandro Encinas, prometieron resolver de “inmediato”.

Su súbita sensibilidad parece más un recurso para eludir preguntas incómodas que un gesto real de empatía.

La mandataria intentó blindar a Rafael Ojeda, ex titular de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) de López Obrador. Pero las piezas no encajan. Ojeda es tío de los Farías Laguna, considerados por la propia FGR como de “alta peligrosidad”. Con recursos abundantes, acceso a información de seguridad nacional y adiestramiento militar, se convirtieron en operadores con capacidad de corromper aduanas y manejar rutas estratégicas.

La narrativa oficial hace agua. Primero se filtró que Abraham Jeremías recibía sobornos de 100 mil pesos por cada buque con huachicol; luego, se intentó borrarlo de la historia. Al día siguiente, apareció muerto otro marino. Las coincidencias ya son demasiadas.

Por si fuera poco, en esta trama –que parece la de un guión tomado de alguna serie televisiva– el escándalo no solo alcanza a la Marina, también salpica al círculo íntimo de López Obrador. Alfonso Romo, ex jefe de la oficina presidencial, aparece mencionado en los documentos de la FGR a través de su casa de bolsa, Vector, señalada en operaciones de 220 millones de pesos ligadas al lavado de dinero de huachicoleros. El gobierno de los Estados Unidos, por cierto, ya sancionó a esa misma institución financiera, al restringir operaciones en su país.

Alfonos Romo, Vector. Foto: CMMI

El ex presidente López Obrador presumió, varías veces, haber acabado con el huachicol, pero hoy sus huellas aparecen en los puertos, en las aduanas y en los bancos.

Claudia Sheinbaum y su equipo enfrentan un dilema político grave. Si se empeña en proteger a su antecesor y a su círculo, quedará atrapada en el mismo lodo. Si rompe con ellos, arriesga el apoyo del obradorismo duro que la llevó al poder. Su enojo en la conferencia presidencial de este miércoles muestra que aún no ha decidido.

Mientras tanto, la violencia sigue. En Culiacán, los culichis realizaron una vigilia con cinco mil velas, pidiendo paz. Madres buscadoras quieren entrar a Palacio Nacional. Y en los puertos, donde debería reinar la disciplina naval, la corrupción se cobra vidas.

El caso de los Farías Laguna ya dejó al menos diez muertos. Marinos, funcionarios y fiscales. Cada vez que aparece un cadáver, el silencio oficial pesa más. Ya no basta hablar de accidentes ni de respeto a las víctimas. Se trata de un problema estructural que afecta a cada uno de los residentes de este país; el Estado mexicano está penetrado hasta la médula.

Madre buscadora

Lo grave no es sólo que la FGR deje escapar a un contraalmirante señalado de liderar una red criminal. Lo grave es que esa red incluye a quienes deberían defender al país, no saquearlo. Juraron defender hasta con su vida a los mexicanos. Y que, a pesar de todo, el gobierno federal intenta minimizar el escándalo.

Sheinbaum no debe seguir el guión de su antecesor. López Obrador apostó a la negación y a la descalificación de la prensa desde el primer minuto de su gobierno, haciendo creer a la población que los grandes males del país se debían a empresarios de los medios de comunicación y periodistas. Ella parece caminar la misma ruta. Pero la realidad, más tozuda que cualquier conferencia de prensa presidencial, se abre paso con balas, sobornos y muertos.

La mandataria debe decidir, enfrenta a fondo este nido de corrupción, aunque implique romper con el legado obradorista, o se convertirá en cómplice por omisión. El tiempo corre, los muertos se acumulan y la credibilidad presidencial se erosiona.

Punto Cero

Toda mi solidaridad a las personas afectadas por la explosión en Iztapalapa de una pipa que transportaba gas LP. Mi reconocimiento a los cientos de héroes que polulan al rededor de esta grave tragedia; y, a los varios colegas que se se desplazan para buscar las historias que enlutan a la capital y al país, pese al nudo en la garganta que provoca estas coberturas informativas. Sin embargo, cabe la pregunta a las autoridades de seguridad, protección civil y a la titular de la Jefatura de Gobierno de la ciudad de México, Clara Brugada, ¿se pudo evitar esta catástrofe?

* Periodista mexicano | @JoseVictor_Rdz | Premio Nacional de Derechos Humanos 2017

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Andrés Manuel López Obrador y José Rafael OjedaAlfonos Romo, Vector. Foto: CMMIMadre buscadora

Opinión | José Víctor Rodríguez -Sociedad | ¿Tiempo de lealtades?

Claudia Sheinbaum ha dejado de ser la heredera obediente del obradorismo, por lo menos eso se alcanza a mirar desde las gradas de la política mexicana.

Por José Víctor Rodríguez Nájera  

Lo hace con tacto, sin aspavientos y con la habilidad de quien no busca pleitos gratuitos, pero desde Palacio Nacional se reviste de acero y empieza a cobrar facturas del desorden que su mentor le dejó, por lo menos en materia de seguridad, de un interés imprecindible del gobierno de los Estados Unidos.

La narrativa del “país sin corrupción” se desploma. El golpe reciente contra la red de los hermanos Farías Laguna, sobrinos del ex secretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, muestra que el sexenio de Sheinbaum no será un segundo piso, sino una demolición silenciosa de los estragos heredados del sexenio anterior.

La operación policial, detonada por presiones de Washington, exhibe la red criminal que sobrevivió, hasta nuestros días, bajo el pañuelo blanco que López Obrador agitaba en sus conferencias de prensa matutinas, sino, también, la disposición de sacrificar piezas incómodas, incluso, si llevan apellidos sensibles como las de un secretario de Estado.

El vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna y su hermano, el contralmirante Fernando Farías Laguna, no son personajes menores en los pasillos de la milicia e inteligencia de nuestro país. Ambos pertenecen a la familia política de Rafael Ojeda, quien durante años sorteó señalamientos mediáticos sin consecuencias.

Andrés Manuel López Obrador y José Rafael Ojeda

Este caso se conecta con noviembre de 2024, cuando el contralmirante Fernando Rubén Guerrero Alcántar fue asesinado en Manzanillo, Colima. Dos sicarios lo ejecutaron en plena calle. Un crimen así contra un integrante de la Secretaría de la Marina-Armada de México (Semar) no es común.

En ese entonces se especuló que el asesinato obedecía a decomisos de precursores químicos en ese puerto, principal punto de entrada de mercancías desde China. Sin embargo, ayer se supo que Guerrero había denunciado ante el propio secretario de Estado, almirante Ojeda, la red de corrupción en las aduanas operada por los Farías Laguna. La misma red que hoy empieza a caer con 14 detenidos ligados al contrabando de combustible obtenidos de manera ilegal.

Curioso contraste, el fiscal general, Alejandro Gertz Manero, aseguró que fue el propio Ojeda Durán quien denunció la red. Su sucesor, Raymundo Pedro Morales, defendió públicamente la reputación de su antecesor. Dos versiones, pero con una verdad pendiente.

Pero los golpes contra el legado obradorista no terminan ahí. En Tabasco, tierra natal del ex presidente, la administración Sheinbaum abrió una investigación contra “La Barredora”, grupo criminal que salpica directamente a Adán Augusto López, hoy senador de la República y líder de la bancada de Morena en ese recinto legislativo. El cacique político que juró haber separado al poder político del poder económico aparece en la trama.

López Obrador y Alejandro Gertz Manero | @SociedadN_

La permisividad del sexenio pasado permitió que el crimen organizado creciera con fuerza, por lo menos hasta nuestros días. Hoy, Sheinbaum enfrenta esa herencia con la mirada atenta desde los Estados Unidos, con una ligera escala desde el conjunto de edificios del número 305 de Paseo de la Reforma en la capital mexicana.

Por si fuera poco, Washington ya dio señales; ha precionado en el caso de Alfonso Romo y su casa de bolsa Vector, acusada de lavar dinero. Mientras que Donald Trump exige resultados tangibles en materia de seguridad, la mandataria mexicana –que presume rigor científico– entiende que los números no mienten, el país sigue convertido en cementerio con graves irregularidades que decantan, si o si, corrupción.

Sólo por citar un ejemplo está Sinaloa, donde la infiltración criminal permanece intacta pese a las operaciones de la nueva estrategia, dirigida por Omar García Harfuch -personaje relacionado por la desaparición en 2014 de los normalistas de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” en Guerrero y que, reprobó el examen de confianza y de polígrafo de la extinta Policía Federal— conocida mediáticamente como la trama del “Batman mexicano”.

La pregunta incómoda es, ¿hasta dónde piensa llegar Claudia Sheinbaum? ¿Se limitará a exponer mandos medios y chivos expiatorios para calmar a los gringos, como hasta el día de hoy? ¿O, avanzará hasta el círculo íntimo del obradorismo, donde se pactaron las lealtades que sostuvieron al movimiento, que mutó a partido político?

Omar García Harfuch

Aquí, algunos referentes de interés sobre este último punto, ya de sobra documentado. Personajes ligados al círculo más íntimo del ex presidente Andrés Manuel López Obrador y de sus hijos, revelan una historia sitemática de corrupción, con nombres como Amílcar Olán José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso López Beltrán, Óscar David Lozano Águila, Luis Cresencio Sandoval González, entre otros muchos, no han sido tocados hasta este día.

Si Claudia Sheinbaum aspira a convertirse en “Dama de Hierro”, no debe permitirse tibiezas. Romper el pacto de impunidad implicaría dinamitar la estabilidad de su propio movimiento, que gobierna en este momento casi el 80 por ciento de todo el país.

Si no lo hace, corre el riesgo de ser devorada por la misma corrupción que juró combatir. Está en un callejón sin salida donde cada paso tendrá un costo, en su relación con Estados Unidos, con los cárteles que se reacomodan y con los fantasmas obradoristas que siguen rondando Palacio Nacional. Los Chapos, Los Mayos, La Barredora, La unión, La antiunión, La Familia, Jalisco, solo por nombrar a algunos.

El obradorismo no erradicó la corrupción. La maquilló. La reubicó. Y hoy Sheinbaum paga la cuenta con rupturas internas y decisiones incómodas. Quizá, el tiempo de las lealtades terminó. Comienza el tiempo de las consecuencias.

Punto Cero

En pleno Día Internacional del Periodista el gobierno de los Estados Unidos redujo la duración de las visas y permisos de trabajo a periodistas extranjeros, medida que representa un retroceso para la libertad de prensa, porque esto podría ser un mecanismo de control para presionar o silenciar a comunicadores críticos del gobierno. Veremos.

* Periodista mexicano | @JoseVictor_Rdz | Premio Nacional de Derechos Humanos 2017

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