Este #fantasíaparadummies os pide un poco de trabajo.
Capítulo 884: Miércoles
Imaginaos un punto P.
P es especial, es el lugar que lo tiene todo: exotismo para el paladar, gentes molonas venidas de todas las esquinas del mapa, ¡ponis unicornio multicolor! P es la caña.
Ahora imaginémonos H.
H es el lugar en el que tienes que estar para ser relevante. H es tendencia, cada arista suda clase y todo tiene una asepsis que te reta a comer el almuerzo directamente encima. H es cool.
Pues estáis en B.
Ese tipo de sitios que nunca son ni serán la primera opción de nadie. Un sitio en medio de todo. El miércoles de los lugares. Las caras se olvidan, los nombres son anodinos y todos sus caminos llevan a la salida.
Hoy toca #AmbientarEn los lugares intermedios.
¿Habéis escuchado eso de que si todo es maravilloso, nada lo es realmente?
Pues en nuestras historias y mundos funciona un poco así.
¿Toda la puñetera vegetación reacciona con bioluminiscencia a tu toque? A los tres minutos, ya te has olvidado.
¿Todas las islas flotan por el cielo? Una hora más tarde, has firmado un seguro contra precipitación biotópica.
Los lugares intermedios nos sirven para evitar la saturación. Nos quita esa sensación de sobrecarga sensorial.
Pero claro, si os digo:
—Construid algo anodino.
Luego espero, corrijo y añado:
—Rasca un poco más todavía: estandariza, envejece ligeramente, esboza una media sonrisa y que abunden las miradas perdidas.
Pues como que habríamos acabado muy pronto.
Así que vamos a ir contra la propia corriente del capítulo. ¡B se nos revela! Cuidado con lo que viene ahora.
Hay un espacio intermedio que me gusta especialmente de nuestro mundo y me parece de todo menos aburrido: el Hiyaz preislam.
Tenemos por un lado los puertos del Mediterráneo, ese Levante cuna de cananeos y palestinos. Tenemos por otro lado Yemen, lugar de café, incienso y puerto de conexión entre África y Asia.
En medio, tierra árida. Estepa y desierto a lo largo de kilómetros de costa. Ese espacio se conoce como Hiyaz. La gente de ahí aprendió a ganarse la vida conectando puertos interesantes y avanzados.
Pero claro, no había camiones, así que todo ese trecho había que hacerlo por etapas. ¿Os he dicho que el lugar es árido, muy árido, de las zonas más áridas que te puedas echar a la cara?
Pues entonces la gestión del agua y el refugio son también importantes. Así que haces caravasares y luego pueblos y, al final, ciudades.
Con ello, esa "nada" se articula por medio de nudos por los que la gente tiene que pasar sí o sí llevando una carga muy preciada. Viajeros y mercaderes de muchos lugares, con ideas y productos exóticos.
Ese lugar intermedio ha dejado de ser aburrido.
Ahora no te hace falta ir a Yemen o al Levante para conseguir las cosas. Ahora tienes todo en esas ciudades esteparias: el norte y el sur, el este y el oeste.
Las zonas intermedias pueden ser excelentes localizaciones puesto que te dan bocados de diferentes partes mientras configura una naturaleza propia.
En el caso del ejemplo, es una cultura donde el mercadeo y lo urbano es fundamental. Una cultura donde el agua es un lujo y hay que saber hacerte entender para sobrevivir.
Podemos encontrar lo mismo en ambientaciones de cualquier tipo. En #CiFi, es muy habitual este tipo de espacios donde podemos ver facciones pugnando por tener representación en un lugar teóricamente neutral.
El contraste es maravilloso e incluso permite una aproximación amable a construcciones loquísimas.
¿Queréis una cultura tipo azteca dieselpunk y os da miedo meterla de primeras?
Vete a un puerto internacional y empieza a lidiar con el sonido de sus motores y sus pinturas corporales. Soporta sus miradas torvas mientras se toman platos decorados con flores.
Y en ese momento metes un trasunto de la Compañía de las Indias Orientales pero nacida del Imperio Mongol y cambias el sabor del plato en un momento.
Los espacios intermedios pueden ser planos o que su propia naturaleza hinche esas esponjas hasta tener unos matices que deslumbren por sí mismos.
Cuídense.