#AbelardoCastillo

Víctor Moratavictormorata@tkz.one
2025-04-20

Bienvenidos a FICCIÓPATAS en nuestro trigésimo primer episodio de la tercera temporada.

Hoy destripamos «Las larvas» de Abelardo Castillo, publicado en la revista online «Orsai». Abelardo Castillo (1935 - 2017) fue un escritor y periodista argentino. Considerado uno de los escritores fundamentales de la literatura argentina del siglo XX, su obra está conformada por cuatro novelas, cinco libros de cuentos, cuatro de ensayos y tres obras de teatro que le hicieron merecedor de premios nacionales e internacionales. Además, dirigió talleres literarios y revistas culturales que formaron a diversos escritores y lectores contemporáneos y fue traducido a los idiomas inglés, francés, italiano, alemán, eslovaco, ruso y polaco, entre otros. Entre sus obras se encuentran: «Cuentos crueles» (1966), «La casa de ceniza» (1968) y «Los mundos reales» (1972) entre muchísimas otras.

¿Conoces al autor? ¿Has leído algo de él? Háznoslo saber en los comentarios.🧐

Podéis escuchar el Episodio 31 de Ficciópatas T3:

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Gracias a todos por vuestra fidelidad y apoyo. 😉🖖🏼

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Ángela Stella Matutinaangelastella@treehouse.systems
2024-12-19

Pero un lunes, sin aviso previo, Núñez llegó a La Pirotecnia con una valija, o tal vez era un baúl grandioso, descomunal, pasó por la portería a las diez y media, no marcó la tarjeta, no subió al guardarropa. Abrió la puerta vaivén de un puntapié y dijo:

—Buen día, miserables.

Veinte empleados, tres jefes de sección y un gerente sintieron recorrido el espinazo por una descarga eléctrica que los unía en misterioso circuito. En el silencio sepulcral de la oficina, las palabras de Núñez resonaron fantásticas, lapidarias, apocalípticas, increíbles. Nadie habló ni se movió.

—Buen día, he dicho, miserables.

Núñez, con calma, corrió su escritorio hasta ponerlo frente a los demás, y, como un catedrático a punto de dar una clase magistral, apoyó el puño derecho sobre el mueble, estiró a todo lo largo el brazo izquierdo y apuntando al cielo raso con el índice, dijo:

—Cuando un hombre, por un hecho casual, o por la síntesis reflexiva de sus descubrimientos cotidianos, comprende que el mundo está mal hecho, que el mundo, digamos, es una cloaca, tiene que elegir entre tres actitudes: o lo acepta, y es un perfecto canalla como ustedes, o lo transforma, y es Cristo o Lenin, o se mata. Señores míos, yo vengo a proponerles que demos el ejemplo y nos matemos de inmediato.

(Abelardo Castillo, Also sprach el señor Núñez; también en Las otras puertas)

#BuenDiaMiserables #AbelardoCastillo #Literatura #Argentina

«La literatura no es más que amor y trabajo. Concibo otras formas, pero sólo estoy tratando de ver la mía. Antes creía que sin saber nada, sin comprender los secretos de la palabra y la forma, de una manera puramente instintiva (genial) se podía llegar a dominar el idioma. La literatura, me decía, no es sólo sintaxis o adverbios o cópulas o gerundios, es, sobre todo, ideas. Y es cierto. Pero no comprendía que al pensar “no sólo es” admitía de algún modo que también era eso. Porque al fin me he dado cuenta —al cabo de cuántos versos, de cuántas páginas estúpidas— de que se debe trabajar la forma, no para hacerla “bella” —aunque esto solo podría justificar algo— sino para poder decir aquello que se quiere decir, y no exactamente lo contrario o apenas una triste parte. Trabajo: eso. Nunca tengo grandes ideas, acaso nunca las tendré, pero al menos puedo decir tan claramente como es necesario las pobres ideas que tengo.

Aprender a escribir. Tal vez sea imposible pretender ser escritor como se pretende ser abogado, es decir, siguiendo un curso preparatorio, pero es cierto que luego de haber sentido la necesidad de escribir, luego de haber escrito —mal o bien, o medianamente bien—, es necesario aprender. Doblegar el idioma es fundamental, porque nadie puede expresar nada, ni siquiera la idea más notable, si no consigue antes servirse del idioma.

Corregir, corregir mucho. Hasta poder decir: esto es lo que yo intentaba. Hay mil, cien mil maneras de decir lo mismo (al fin de cuentas no se hace más que eso) pero es necesario saber cómo ha de decirse. Kierkegaard escribe algo parecido en el prólogo a El concepto de la angustia».

De un papel suelto, 1954 o 1955, en Castillo, Abelardo, Diarios (1954-1991), edición digital.

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https://conletrapropia.com.ar/la-literatura-no-es-mas-que-amor-y-trabajo/

#AbelardoCastillo #Diario #EscribenOtros

isaiasgardeisaiasgarde
2020-05-01

Abelardo Castillo - La madre de Ernesto
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Si Ernesto se enteró de que ella había vuelto (cómo había vuelto), nunca lo supe, pero el caso es que poco después se fue a vivir a El Tala, y, en todo aquel verano, sólo volvimos a verlo una o dos veces. Costaba trabajo mirarlo de frente. Era como si la idea que Julio nos había metido en la cabeza —porque la idea fue de él, de Julio, y era una idea extraña, turbadora: sucia— nos hiciera sentir culpables.

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