«Lejos de paralizar de forma cautelar los diferentes desarrollos urbanísticos reactivados para analizar su viabilidad (la mayoría de ellos en la costa y muchos en zonas inundables), la tramitación de todos ellos siguen adelante. Y no solo eso, sino que pretende asumir más competencias que pueden abrir la puerta a una mayor presión en el litoral, pese a los riesgos que supone el cambio climático antropogénico y su impacto en el Mediterráneo.»