Balcón Social | ¿Nepotismo en la Universidad Veracruzana?
El nepotismo no se esconde: se normaliza. Y en la Facultad de Comunicación (FACICO) de la Universidad Veracruzana (UV), Región Boca del Río, esa práctica parece haberse convertido en costumbre…
(…) bajo la mano de Rocío Ojeda, quien ahora busca favorecer a Carlos Eduardo Anaya Ávila, hermano de su amiga Pilar Anaya Ávila, para otorgarle un tiempo completo.
El problema no es la existencia de convocatorias ni la necesidad de plazas. El verdadero agravio radica en que esas convocatorias se direccionan para beneficiar a personajes con poca antigüedad, mientras decenas de docentes con trayectorias de 10, 15, 20 o hasta 35 años quedan marginados.
Carlos Eduardo Anaya Ávila cuenta con menos de cuatro años de experiencia en la UV. Frente a él, se yerguen académicos con décadas de servicio y grados de maestría y doctorado. Entre ellos figuran Ignacio Ramírez Cruz Heriberto, con 35 años de docencia; Leticia Núñez Hernández, con 29; Saturnino Gasteasoro Domínguez, con 29; y Lucía Guadalupe Salcedo Puig, con 28. Todos con currículums sólidos, publicaciones y formación académica de alto nivel.
La inconformidad del profesorado no es solo simple queja administrativa. Representa una alerta: cuando los concursos se manipulan, el mérito académico se vacía de contenido y la universidad se degrada en su misión formativa.
Rocío Ojeda, según los testimonios, no sólo direcciona las convocatorias, también promueve la práctica de “engordar” currículos de sus allegados al obligar a maestros a incluirlos en publicaciones. Una táctica que no sólo deslegitima los procesos, sino que erosiona la dignidad profesional de la comunidad universitaria.
La incongruencia se profundiza al considerar que Eduardo Anaya ya posee una plaza en la Secretaría de Educación. ¿No bastaría con eso? Pretender acaparar otro espacio en la UV constituye un atropello contra los valores institucionales que la propia universidad enarbola en su lema: “Lis de Veracruz: Arte, Ciencia, Luz”.
El problema de fondo no es un simple conflicto personal, sino una estructura de poder que ha permitido que Rocío Ojeda y su grupo manipulen los órganos de decisión. El Consejo Técnico, dominado por sus amistades, se ha convertido en una caja de resonancia de sus intereses.
La exigencia del profesorado es clara: convocatorias transparentes, equidad en la competencia y un Consejo Técnico plural. La universidad no puede funcionar como feudo personal.
La historia reciente de la UV ha mostrado episodios de resistencia frente a la corrupción y el autoritarismo. Sin embargo, también ha tolerado que en sus entrañas se reproduzcan prácticas que contradicen su compromiso con la educación pública de calidad.
Los docentes que levantan la voz hoy no lo hacen por capricho, sino por dignidad. ¿De qué sirve consagrar la vida a la formación de generaciones si, al final, los ascensos se deciden por compadrazgos?
El caso de la FACICO debería interesar al rector y a las autoridades universitarias. Ignorarlo equivaldría a ser cómplices de una injusticia que desmoraliza a quienes han sostenido la vida académica de la institución.
La Universidad Veracruzana presume de pluralidad, ciencia y compromiso social. No obstante, prácticas como esta la acercan más a una caricatura burocrática que a un espacio de excelencia.
El nepotismo no es un asunto menor: atenta contra la credibilidad institucional, vulnera derechos laborales y siembra una cultura de simulación que, tarde o temprano, pasa factura en la calidad académica.
Si la UV quiere mantener su prestigio, debe investigar de inmediato el caso y frenar cualquier intento de favorecer de forma ilegítima a Carlos Eduardo Anaya Ávila. No se trata de una revancha personal, sino de resguardar el principio de mérito.
La comunidad académica ya hizo lo que le corresponde: denunciar y exigir. Ahora el balón está en la cancha de las autoridades centrales.
No es tarde para rectificar. Frenar un tiempo completo amañado es más que un acto administrativo: es una señal de que la Universidad Veracruzana respeta a sus maestros y no avala componendas.
El rector debe escuchar a quienes llevan décadas construyendo la universidad, no a quienes buscan usufructuarla. La justicia en este caso no sólo beneficiaría a los docentes afectados, sino a toda la comunidad estudiantil que merece aprender en un espacio libre de corrupción.
Si el lema de la UV todavía tiene vigencia, este es el momento de demostrarlo. Evitar la injusticia en la FACICO no es un favor, es una obligación ética.
—o0o—
El Balcón de la Sociedad reúne información previamente verificada de periodistas y colaboradores editoriales de SOCIEDAD NOTICIAS.
Universidad Veracruzana
¡Conéctate con Sociedad Noticias! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
#PeriodismoParaTi #PeriodismoParaTiSociedadNoticias #SociedadNoticias #BalcónSocial #CarlosEduardoAnaya #Cdmx #corrupciónAcadémica #docentesVeracruz #educaciónSuperiorMéxico #FACICO #FacultadDeComunicaciónUV #Información #InformaciónMéxico #México #Morena #nepotismoEnUniversidades #noticia #noticias #NoticiasMéxico #NoticiasSociedad #Opinión #PilarAnaya #RectorUV #RocíoOjeda #SN #Sociedad #SociedadNoticias #SociedadNoticiasCom #sociedadNoticias #SociedadNoticiasCom #tiempoCompletoUV #UniversidadVeracruzana #UV #Veracruz