260- Variado de lunes
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Hola. ¿Qué tal, cómo estás? Soy Carlos Vitesse, y te doy la bienvenida, a una nueva entrega de Bitácora Mental.
Hoy vengo con un episodio estilo, “aquí te pillo, aquí te grabo”, así que voy a comentar rápidamente sobre varios asuntos, y el audio va sin la edición que suelo hacer normalmente, así que como dice el dicho, “el que avisa, no es traidor”.
Bien, vamos con lo primero y es sobre podcasting.
Mi podcacher de cabecera es Pocket Casts, y estoy teniendo problemas al escuchar podcasts alojados en Ivoox. No sé si es un tema mío, o le ocurre a más gente, y por eso quiero comentarlo.
Resulta que hace ya un tiempo, cuando le doy al Play, por ejemplo a un episodio de cerca de una hora o más, después de unos cuantos minutos -que no sabría precisar-, pero igual son 15 o por ahí, de golpe el audio queda en silencio, y mirando el móvil, el marcador de tiempo sigue corriendo y parece como si hubiera un bache de sonido en el audio, pero no se recupera y en realidad es que se cortó la descarga.
Al principio pensé que era un tema de recepción del 4G o 5G, pero después de investigarlo varias veces, me di cuenta de que solo me pasa con podcast alojados en Ivoox. Cuando ocurre, le doy al Stop, vuelvo al Play, pero incluso ni con wifi se reanuda, entonces salgo de ese podcast y continúo escuchando otro que dejé en algún punto en el que me ocurrió lo mismo, y sigo con ese hasta que después de un tiempo también se corta.
En fin, que es muy molesto, y aclaro que son programas en abierto, es decir que no están programados para que solo se escuchen los primeros minutos.
Y tengo comprobado que el problema es solo con audios de Ivoox y más bien largos, porque escucho de esa plataforma otros programas que como mucho llegan a los 15 o 20 minutos, e incluso con mala recepción van bajando, y no se cortan.
En resumen, que si alguien escucha desde Pocket Casts y le pasa lo mismo, me gustaría que me lo comentara, porque tengo la app y el móvil actualizado, pero el problema continúa.
Otro asunto, pero sigo con podcasting, y ahora le toca a Spreaker.
Hace unos días, escuché a “El camionero Geek”, diciendo que se estaba planteando desmonetizar su podcast alojado en Spreaker, por un tema de publicidad que muchos venimos sufriendo hace bastante tiempo, y que comenté en su momento.
Decía hace ya unos meses, que me parecía inaceptable que con la tecnología actual, desde la mencionada plataforma, en podcast grabados y escuchados desde España, se estuvieran insertando publicidades en inglés, o también en español, pero de empresas y negocios de otros continentes.
Siempre he dicho que no tengo ningún problema en escuchar algo de publicidad, y que de esa forma, un producto que llega gratis a la audiencia, pueda ser monetizado por su creador, de una forma fácil y directa. Pero la cosa cambia cuando te clavan uno o dos minutos de anuncios, que por idioma o contenido, no tienen el más mínimo interés para España.
Y ni te cuento la mala experiencia en audios donde el podcaster ha decidido insertar varios anuncios a lo largo del podcast, la verdad que se hace absolutamente infumable. Y Confieso que he dejado de escuchar a varios creadores por este asunto, pero… cada uno sabe lo que hace, y si le compensa o no.
Más temas…
En el episodio anterior comentaba sobre la posibilidad de irme a vivir al campo, o una pequeña aldea en zonas como Galicia, Asturias o Cantabria. Actualizando ese asunto, debo decir que en casa decidimos aplazar unos meses el tema. De momento el interés por salir de la ciudad continúa intacto, y quizá en lo estrictamente personal, incluso ha ido a más, pero la decisión es cuestión de dos, y como todo proyecto en sociedad, requiere de sus tiempos, análisis en profundidad, y la pertinente negociación, por lo que en todo caso, volveremos sobre el asunto, pero será ya en los primeros meses de 2026.
Más cuestiones…
Hacía años que no iba un domingo a una iglesia, y recientemente, durante un paseo por los alrededores de la zona en la que vivo, me llegué con mi mujer hasta una bastante grande e importante. No es que sea prácticamente, pero en ocasiones bastante concretas, -convencido, y más bien como acompañante de mi pareja-, acudimos a estos sitios, y tal fue el caso hace unos días.
Y lo comento, porque me llamó muchísimo la atención que estaba desbordada de gente, y no era una fecha especial. Obviamente, mi desconocimiento sobre la concurrencia a misa un domingo, podría ser el motivo de que a priori pensara encontrarme el lugar bastante menos concurrido, y con un perfil concreto de edad.
Solo estuvimos allí unos pocos minutos, ya finalizando la misa, y había personas de todas las edades. Desde bebés, en brazos de sus padres y madres, niños pequeños, también más grandes, adolescentes, y así de lo más variado, hasta personas ancianas, incluso en sillas de ruedas, con evidentes problemas de movilidad.
Tengo que decir que me resultó un momento interesante, porque independientemente de la edad, creo que importante tener fe, convicciones, manifestarlas, -obviamente respectando las de los demás-, y por qué no, compartirlas con los semejantes, creando comunidad.
Y hablando con mi mujer, le decía que ojalá esas personas que dentro de la iglesia se muestran de una forma, fuera de ella y en su día a día, sean coherentes con lo que hacen dentro, a la vista de los demás. Porque sinceramente, siempre hubo aquellos que practican el “haz lo que yo digo, y no lo que yo hago”, pero en estos tiempos de postureo total, uno puede esperarse cualquier cosa.
Y voy finalizando, con un comentario rápido sobre lo que me estoy encontrando a diario, en mis desplazamientos en coche. No sé si coincidirás conmigo, pero creo que cada día se conduce peor y peor. No importa si es dentro de la ciudad, por carreteras o autopistas, y me estoy encontrando muchísima gente que es un verdadero peligro para sí misma, y peor aún, para los que coincidimos con ellas.
Y no me refiero a personas de avanzada edad, porque en esos casos, uno es conocedor de que a cierta altura se pierden reflejos y demás, y con solo verlos de lejos, uno ya sabe como lidiar con esos conductores. Lo que me escandaliza viene de parte de aquellos que evidentemente están a tope en todas sus facultades, pero conducen con imprudencia, desconocimiento, y muchas veces una mala leche escandalosa, como si fueran los únicos que están al volante en ese momento, y los miles de vehículos a su alrededor, directamente no existieran.
En resumen, maniobras y actitudes, que convierten las calles en una verdadera “jungla de cemento”, con una peligrosidad innecesaria, que por reiterada y conocida, debería ser combatida debidamente. Porque tecnología para hacer el tráfico más seguro, existe de sobra. Pero… no parece que las autoridades estén muy por la labor de dedicar recursos a controlar, y ordenar las calles. Todo indica, más bien, la prioridad de una lucrativa recaudación, a través de los radares de velocidad. Pero igual me equivoco, y en este caso no aplica aquello de: “piensa mal y acertarás”.
Y hasta aquí lo que quería compartir contigo hoy en Bitácora Mental. Gracias por tu tiempo al escuchar o leer este contenido, y te espero en el próximo.
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