A los cuentistas nunca se les va a demandar que respalden la trama de sus historias con pruebas objetivas. Cuando la historia se inspira en hechos relevantes de interés público, el título del cuento puede seguirse con la leyenda: "Basado en hechos reales". Puede ser que el escriba (porque a veces la creación de la trama del cuento puede ser proporcionada por el patrón) no sustente del todo algún dicho o hecho y se le reclame. Estas controversias se tienen que resolver extraliterariamente, ya que los protagonistas del cuento pueden señalar que la narración no ha sido fiel a los hechos y al testimonio brindado. Hay cuentistas, llamémosle Jesús o Anabel, que se empeñan en resolver las controversias de forma literaria, abanicando con alevosía pedante el nombre construido con cuentos anteriores. Lo anterior provoca que se repare en que sólo han contribuido de forma narrativa y sin duda, políticamente, pero con limitado interés periodístico.
[Reflexión a partir de la denuncia de Étienne von Bertrab por amenazas de Jesús Esquivel de #Proceso https://www.youtube.com/watch?v=mLCIKl6cp7w